Después de tenerlo así cortados en pedazos más o menos pequeños, cogemos un recipiente (preferiblemente de plástico y con tapa), echamos dentro todos los pedazos y lo llenamos de agua. En cuanto al porqué el recipiente debe ser con tapa, es porque estaremos más seguro de que no se nos derramará nada. Dejar dos o tres días en remojo. Se quedará casi líquida (dependiendo de cuán dura estuviera). Así no se puede trabajar con ella, pero sí después de seguir uno de estos dos pasos (cual quieras).
*Forma 1. Vaciar el agua del recipiente y dejar secar un día o dos. La pasta estará más endurecida y se podrá trabajar mejor con ella. Si todavía está demasiado líquida, déjala reposar un día o dos más. Después, hacer una bola con ella y preservarla en papel transparente de cocina.
*Forma 2. Sacar la pasta del recipiente y dejarla sobre una camiseta vieja y taparla un poco. También dejar secar un día o dos y, como en el paso anterior he explicado, si todavía está demasiado líquida, déjala reposar un día o dos más. Igualmente, hacer con ella una bola y preservarla en papel transparente de cocina.
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